miércoles, 23 de mayo de 2007

Condenada

Todos mis problemas tienen un nombre...

Le odio, le odio por todos los años en los que no le he odiado, le odio con el mismo odio con el que me odio a mí misma.

Él tiene la culpa de que yo no confíe en nadie y a la vez me enganche a la gente, él tiene la culpa de mi falta de autoestima, de mi poca confianza en mi misma. Él es responsable de que me sienta permanentemente sola, él tiene la culpa de que la vida me pese demasiado, él...



Él es el culpable de que yo no sepa querer ni dejarme querer, de que me refugie tanto, me proteja tanto que acabaré estando de verdad sola, él es un %&%/%&/"&("&"%"$??¿¿¿!!!.

Él tiene la culpa, él es el culpable, pero soy yo quien está pagando la condena.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No odies porque te han herido. No odies porque no te han amado. Odia todo lo que no has podido olvidar.

Geek Heart dijo...

Te voy a decir algo que ya sabes por si necesitas oirlo otra vez: Odiar no es buena idea ni suele ser justo, aunque lo parezca por como te sientes. La única persona que tiene el poder de salvarte de tu condena eres tú misma. Mientras lo veas como único responsable de cómo es tu vida, no podrás retomar el control. Sabes que lo que estás haciendo es malo para ti. Y a estas alturas, ya tienes otras opciones. Elígelas.

Sé lo que es difícil es.

González Luis dijo...

Mi gran estrellita. El odio envenena el alma. Es justo sentir ese sentimiento para alguien quien te ha tratado mal, quien ha arruinado tu vida. Pero, incluso el proceso de duelo por pérdidas humanas debe terminar.

Estoy conciente de que no vas a olvidar a ese %$34 $$#, pero será parte de tu pasado. Verás lo feliz y sana que serás en adelante, cuando descubras el cariño que hay en ti misma, tanto para dar, como el que estás recibiendo. Somos ya muchos los que te queremos. Y queremos tu felicidad! Animo!

Anónimo dijo...

Si ese odio te está envenenándo, sácalo fuera! Aquí puedes, no nos vamos a asustar. Sácalo, déjalo libre